Ing. Pergentino Cortés Girón
Dirigente
en el estado de Sinaloa
A poco más de un año
de haber llegado a la Presidencia de la República, el Licenciado Enrique Peña
Nieto enfrenta un verdadero reto, esto es que los millones de mexicanos que
viven en la pobreza empiecen a ver que su gobierno va en serio a elevar su
nivel de vida.
Como todos estamos
enterados, porque la misma propaganda oficial así lo ha difundido, el gobierno
peñanietista ha apostado todo su capital político a los resultados que puedan
tener la aplicación de las Reformas recién aprobadas: la Energética, la
Hacendaria, la Educativa y aun de la Reforma Laboral, heredada del gobierno
de Felipe Calderón y que la actual administración ha adoptado como propia. En
pocas palabras, creen que dichas Reformas, sobre todo la Hacendaria y la
Energética, van a generar los recursos económicos suficientes para sacar de la
pobreza a millones de mexicanos y colocar al país en la ruta del crecimiento y
bienestar sostenido.
A estas alturas ya
no hay pretextos, ya no hay justificación alguna para no dar resultados que
sean sentidos y palpables en la economía de los hogares mexicanos. El pueblo de
México está esperando que se cumplan las promesas de campaña. A este gobierno,
como se dice, se le acabó su periodo de gracia. Habrá que esperar, por tanto en
este 2014, generación de empleo bien pagado; más y mejores servicios de salud,
de educación; un amplio programa de vivienda que reduzca el gran déficit que se
ha acumulado en este rubro; impulso verdadero al campo mexicano, que le dé al
país autosuficiencia alimentaria; reducción de las tarifas eléctricas y de los
costos de la canasta básica; mejoramiento de la infraestructura carretera; de
los caminos rurales; de los servicios de agua potable y electricidad, entre
otras cosas.
Como se ve, no la
tiene fácil este gobierno, máxime que el escenario que los economistas le
pronostican al crecimiento del PIB mexicano no es nada halagador, escasos 3.2 a
3.5% si bien nos va, y si le agregamos la crisis económica que sufre la
economía estadounidense que absorbe gran parte de las mercancías y materias
primas mexicanas, el escenario es realmente difícil para lograr los objetivos
propuestos del actual gobierno.
Hechos recientes nos
dejan ver lo que nos espera realmente, que no es precisamente de bonanza.
Primero, el magrísimo 3.9% de incremento a los salarios mínimos, el alza de los
precios de los productos básicos que se han dejado venir en cascada sobre la
maltrecha economía de los hogares mexicanos. ¿Es así como se va a lograr la
equidad social? ¿No será que este gobierno, como los anteriores, sigue
aplicando el doble discurso? Una cosa se dice y otra se hace.
Pero eso no es todo,
están presentes todavía, por mucho que se trate de ocultar, los altos niveles
de inseguridad en todo el país, la criminalización a la lucha social, al
conculcar el derecho de los oprimidos a la libre manifestación ante los abusos
de las autoridades de diferente nivel.
No cabe duda que
muchos mexicanos hemos de ver todavía, si el gobierno del Licenciado Peña Nieto
está por la ruta de un México más justo, más equitativo, más democrático e
independiente, o como dice el dicho popular “sigue siendo la misma gata,
nadamás que revolcada”. Al tiempo.
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