Heladas, ya no tan átípicas, volvieron a
siniestrar cultivos en Sinaloa. Este año, en la entidad resultaron afectadas
195 mil hectáreas, principalmente en los municipios de Choix, Ahome, El Fuerte,
Guasave, Mocorito y Sinaloa de Leyva. Como consecuencia de esto, miles de
jornaleros agrícolas y sus familias se quedaron sin sustento para lo más
elemental de sus necesidades. No tienen ni siquiera para comprar comida y lo
peor del asunto es que han quedado a la deriva sin que ninguna institución
oficial les preste atención.
Han transcurrido casi tres meses desde
que inició el nuevo gobierno de la república, encabezado por Enrique Peña Nieto y aún no hay orden en
las dependencias federales. En las delegaciones
estatales de varias de ellas siguen sin designarse los titulares, hay
aún desconocimiento de las responsabilidades concretas que desempeñarán, lo que
perjudica directamente a los ciudadanos en las necesidades más apremiantes y
hasta urgentes.
En las delegaciones de las dependencias como
Sedesol, la cual sería la indicada para ejercer un plan de ayuda, hay un caos
administrativo. Si bien aún no se define el alcance de sus funciones en la
nueva administración federal, por lógica, las obligaciones que ya venía
desempeñando deberían continuar vigentes. Estos tres meses han sido una especie
de limbo en el que, los funcionarios tienen más interés por saber quién se
queda, quién se va y los movimientos de una dependencia a otra.
Cuando el presidente Peña Nieto
anunciaba con bombo y platillo la cruzada contra el hambre, en Sinaloa estaba
ocurriendo esta tragedia, la cual ya no debería tomarnos por sorpresa, pues
desde 2011 se han presentado fenómenos meteorológicos “atípicos” que año con
año dañan los cultivos y año con año afectan a los productores y a los
trabajadores del campo en general.
La gravedad del asunto debería llamar
también a las instancias estatales a la solidaridad con quienes quedan
desamparados. Pero los apoyos no existen, a pesar de haber sido solicitados por
los afectados. La Secretaría de Desarrollo Social y Humano, cuyo titular es
Juan Millán Pietsch, uno de los personajes que, desde ahora, se manejan para
contender por la gubernatura de Sinaloa en 2016, no ha movido un dedo en el
asunto.
Es necesario que los sectores afectados
exijan a las instancias estatales y federales que se atienda esta contingencia
y se prevengan posteriores. Que se evite burocracia y mal manejo de los
recursos, como ha sucedido en años anteriores al grado de que aún hay
agricultores que reclaman pagos de lo correspondiente a 2010.
Antorcha Campesina está levantando la mano en la
legítima defensa de los jornaleros agrícolas y sus familias, no solamente de
aquellos que están agremiados en sus filas, sino de todos aquellos que padecen
el infortunio de la miseria y el olvido oficial. Antorcha no actúa con algún
interés electoral o partidista, sino con la convicción de lograr una patria más
justa y solidaria, como lo venimos haciendo a lo largo y ancho del país desde
hace 39 años.
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