miércoles, 19 de diciembre de 2012

La lucha más firme, la de antorcha


No se puede hacer un balance integral del gobierno de Sinaloa durante el 2012 sin hablar de los casi 8 meses que el Movimiento Antorchista se mantuvo en plantón frente al Palacio de Gobierno. Dos terceras partes del año que significaron una lucha constante por parte de la organización que agrupa campesinos, colonos, amas de casa, estudiantes y maestros, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora a través de la solución a sus demandas más inmediatas.
Como consecuencia de la política estatal de falta de atención, varios sectores de la población recurrieron a la protesta pública para hacerse escuchar y pedir solución a distintos problemas. Tal es el caso de los transportistas de carga, conocidos como “gondoleros”, que en varias ocasiones se manifestaron con sus unidades alrededor del edificio de gobierno, pidiendo ser considerados con trabajo en las obras públicas; o como los comuneros desplazados de la Presa Picachos, de Mazatlán, que realizaron una marcha de protesta desde el puerto hasta la capital del estado para pedir transparencia en el manejo de las indeminizaciones por sus terrenos, proceso en el cual fue encarcelado sus líder, Atilano Tomán Tirado, y amenazados los manifestantes con vigilancia policiaca permanente desde el primer minuto en que llegaron – la  madrugada del 2 de abril- hasta que finalmente se retiraron, derrotados.
Hasta el gremio de los periodistas vivió momentos difíciles, cuando el gobernador los regañó ante el anuncio de que se manifestarían al cumplirse un año del asesinato del periodista Humberto Millán, en protesta de que, transcurrido ese lapso, no  había avances en la investigación por parte de las autoridades.
Y muchos otros sectores más que se manifestaron por soluciones a sus problemas de vivienda y otras necesidades que no se atendieron. El Palacio de Gobierno se convirtió, en este 2012 que fenece, en el centro de la manifestación pública, que a decir de muchos culiacanenses, “nunca se había visto tanta protesta en administraciones anteriores”.
La mayoría de esas luchas concluyeron en derrotas de los manifestantes, ya sea porque, a pesar de tales marchas o plantones, el status de sus demandas sigue igual por la negativa de la administración estatal; o bien, fueron reprimidas, como en el caso de los comuneros de la Presa Picachos, donde, lejos de atender los reclamos de justicia por el despojo de sus tierras sin indemnización de por medio, el Estado usó a la policía para amedrentar a los manifestantes, además, como ya dije antes, encarcelar a sus líderes, como si la lucha social fuese un crimen.
¿Por qué el gobierno entonces, sí resolvió las demandas de antorcha y se reprimió con el mismo descaro? (porque sí hubo represión, un amedrentamiento en formas que no implican cárcel o golpes físicos).  La respuesta está en la misma organización, en su fuerza nacional y en su liderazgo inteligente. A pesar de que hubo actos cuya intención era evidente para debilitar la fuerza de los manifestantes, estos se mantuvieron firmes, la fuerza que da la razón, la necesidad y el derecho de mejorar sus condiciones de vida fueron más poderosos que los cohetones que arrojaron a nuestro plantón, que la vigilancia policiaca a los dirigentes y que los atentados contra la integridad de los mismos y los vehículos propiedad de la organización. Pese a todo, Antorcha se mantuvo y finalmente resultó victoriosa.
Esto es, por sí mismo, una lección, tanto para los antorchistas como para el pueblo en general.  A los antorchistas nos convence de que ese es el camino correcto, de que la lucha organizada rinde frutos siempre y que nuestra fuerza reside en la cohesión de nuestros ideales y nuestras acciones conjuntas. Para el pueblo, la lucha antorchista debe verse como ejemplo y al mismo tiempo como una invitación a unirse a las filas de la organización más grande y más seria en la lucha de los que menos tienen: La organización de los Pobres de México, el Movimiento Antorchista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario