viernes, 30 de septiembre de 2011

EL GOBIERNO DEBE APOYAR LAS INICIATIVAS POPULARES DE EDUCACIÓN


Hace dos sexenios, en el año 2001 para ser precisos, el gobierno del estado de Sinaloa dio muestras de sensibilidad. En efecto, habiendo peregrinado los padres de familia de las colonias pobres del Sur de Culiacán: Huizaches, CNOP, Lázaro Cárdenas, República Mexicana, etc., etc., solicitando una escuela de nivel medio superior ante la UAS y ante el COBAES, y habiendo recibido negativas de ambas instancias, el gobernador en ese entonces instruyó al titular de la SEPyC para que se reconociera la Preparatoria “Rafael Ramírez” con clave de particular incorporada, pero, al mismo tiempo, se le dotara de un subsidio mínimo que permitiera gratificar en algo a los docentes y que el propio gobierno se encargara de avanzar en la construcción de la infraestructura educativa de ese plantel.

Otro tanto ocurrió con la Preparatoria “Felipe Bachomo”, de Charay, en el municipio de El Fuerte, y en la Preparatoria “Rafael Buelna”, de la comunidad de Tesila  del mismo municipio.

Desde entonces, las dos primeras instituciones vienen funcionando en esas condiciones; la última, se convirtió recientemente en COBAES.

La Rafael Ramírez le brinda estudios a más de 500 estudiantes del sur de la ciudad y la Felipe Bachomo a más de 120 de la zona rural de El Fuerte. Pues bien, ambas escuelas enfrentan hoy día graves problemas de financiamiento y de infraestructura educativa.

El subsidio que reciben apenas alcanza para apoyar con un aproximado de 50 pesos la hora clase a los profesores, que son profesionistas titulados egresados de la Normal, de la UAS o de otras instituciones similares. Esto porque desde la fecha en que se otorgó, hace 10 años, sólo en una ocasión se autorizó un pequeño incremento. Más aún, el convenio que protege dichos subsidios actualmente está vencido y los maestros de las preparatorias están en la más absoluta incertidumbre económica.

En lo que hace a infraestructura, la “Rafael Ramírez” tiene inconclusas 2 aulas didácticas y 1 laboratorio de ciencias que el año pasado fueron construidos “a medias”, “hasta donde alcanzó el presupuesto”, según dijeron en el Instituto Sinaloense de Infraestructura Educativa (ISIFE). Se requieren dos millones de pesos de inversión para terminarlos y para construir otras dos aulas cuyas bases fueron ya colocadas. Entretanto, de 6 grupos de primer año, o sea, más de 200 alumnos de nuevo ingreso, solamente dos toman clases en aulas didácticas, los otros 4 lo hacen bajo láminas y maderas viejas.

En la “Felipe Bachomo”, hace falta un aula didáctica para los grupos existentes, pero, algo urgentísimo, la escuela no tiene energía eléctrica. De manera que los alumnos y maestros toman clases bajo elevadas temperaturas, sin poder usar ni aires acondicionados, ni simples ventiladores. ¡Urge la obra de electrificación de la escuela!

La preparatoria de Tesila, hoy COBAES, no tiene ya problemas de subsidio, pero sí de infraestructura educativa. No tiene ningún espacio deportivo o plaza cívica, le falta aula de medios, barda perimetral, etc., en una palabra, sus instalaciones son, en realidad, precarias.

Estos problemas, junto con otros que tienen que ver con la educación de los niños y jóvenes sinaloenses, han sido planteados una y otra vez, desmenuzados en carpetas informativas, detallados hasta el cansancio, en la Dirección de Gobierno del estado y, con menos insistencia, cierto, ante funcionarios de la Secretaría de Educación, sin que hasta la fecha se nos dé ninguna respuesta al respecto.

Hemos llegado a un punto en que las cosas no pueden esperar más, porque el convenio del subsidio ya se venció. Se necesita que el gobierno estatal asuma una posición clara, enérgica y definida. Desde luego, nosotros nos inclinamos porque el gobierno del Lic. Mario López Valdez asuma respecto a este problema, cuando menos, las misma posición de sus predecesores, es decir, que apoye a estos proyectos educativos que, nacidos de la iniciativa popular, han demostrado con creces su pertinencia y su viabilidad y, por qué no, que los supere, agarrando, como suele decirse “el toro por los cuernos”, brindando a estas instituciones el apoyo que realmente merecen, no a cuenta gotas, como venía ocurriendo anteriormente.

La incertidumbre genera inquietud, efervescencia entre el estudiantado, los profesores y los padres de familia, que juntos han venido construyendo y sacando adelante este plausible proyecto educativo en beneficio de los sectores más desprotegidos económicamente de Culiacán y de El Fuerte. Ellos quieren ver a sus gobernantes atentos a sus problemas, a sus necesidades, y respondiendo a las mismas.

En este mes en que por doquier se escucha el estrépito patriótico, conviene recordar las palabras, los sueños del gran Morelos: “Que se eduque a los hijos del labrador y del barretero, como a los del más rico hacendado”. Ojalá que nuestros gobernantes así lo asuman y obren en consecuencia.

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